ML – Edificio Lens

Logotipo en el portal del Edificio LENS (15-10-2014)

A lo largo de su historia, Cuba ha aportado al mundo varios importantes arquitectos e ingenieros civiles. Especialmente el Siglo XX fue pródigo en nombres relevantes cuyo legado aún puede ser apreciado, y es estudiado por profesionales de todo el mundo. En nuestra capital —y seguramente por todo el país— todavía se pueden encontrar inscripciones en bronce, piedra o mármol que dan a conocer el nombre del arquitecto, ingeniero, o compañía que erigió la edificación en cuestión. De hecho sería muy interesante abrir una sección solo para abordar estos nombres y edificios.

Pero ninguno de los que he encontrado hasta ahora ha legado, además de sus datos en una tarja, un diseño artístico que recuerde su nombre en un portal…excepto el caso que nos ocupa, que además designa el edificio donde se ubica. He aquí la historia detrás de las iniciales ML del Edificio Lens.

Justo en la esquina de las calles 6 y 11, en la frontera del consejo popular El Carmelo, en el Vedado capitalino, se levanta este edificio de 8 plantas, donde, tras subir los peldaños de su escalinata de acceso, podemos ver el bonito diseño que aparece en la imagen de portada.

Seguramente estamos de nuevo ante un diseño de la empresa Luis Mión, especializada en este tipo de proyectos artísticos, y en la utilización de las teselas como elemento decorativo. En este caso el logotipo, que se encuentra en el centro del piso de terrazo del portal del edificio, entrelaza una M y una L mayúsculas creadas con teselas de color verde y naranja. Alrededor, realizados con al misma técnica, se aprecian diseños de círculos de diferentes colores, predominando el rojo, el negro y el blanco.

Lo más curioso es que el fondo donde están asentadas las letras también es teselado, y no con la textura del terrazo que rodea el conjunto. Incluso las pequeñas piezas blancas bordean las iniciales, tal y como sucede en el escudo que sirve como sello al Hotel Inglaterra. Este detalle es el que hace pensar inmediatamente en la empresa Mión, pues sus creaciones artísticas en la época de la construcción del edificio, poseían esa característica. Desgraciadamente no se ve ninguna rúbrica que apoye esta afirmación, pero el estudio de las creaciones de la compañía Mión, ofrece cierta seguridad al respecto.

Nombre del edificio grabado en su fachada (15-10-2014)

Ahora bien, ¿qué significan las iniciales ML, y por qué el edificio muestra en su fachada el nombre LENS? La respuesta, después de algo de investigación es la siguiente: El inmueble situado en la Calle 6 #209 esquina a Calle 11, era propiedad del arquitecto Mario Lens, y allí tuvo su residencia y oficinas principales durante un buen tiempo.

Su nombre completo era Mario Bernardo Lens Díaz. Había nacido en Matanzas, y ya en 1906 se graduaba en el antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de esa ciudad. Entre esa fecha y 1917 cursa la carrera de arquitectura y se gradúa de esa especialidad. Ya en el primer número de la Revista del Colegio de Arquitectos (Julio de 1917), aparece listado entre los profesionales colegiados, cuando sus oficinas estaban en el antiguo #5 de la calle Neptuno.

A principios de la década de 1920 construye el Edificio Lens —o Lens Court, como también se le conoció— en donde habitó y ubicó su despacho como arquitecto hasta mediados de la década de 1940, cuando traslada su residencia y oficinas hacia el edificio que aún hoy se alza en la esquina de Águila y Malecón, obra de su propia autoría realizada en 1944, con influencias del Art Deco, que ya estaba pasando a su etapa de postmodernismo. 

Foto en Revista Social (Ene-1925), y anuncio en Revista de Arquitectura (Feb-1919)

A Mario Lens se le atribuyen varios edificios, siendo los más importantes el Instituto de La Habana, y el nuevo Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas. Éste último comenzó a edificarse el 15 de noviembre de 1918 por la Secretaría de Obras Públicas, bajo su dirección y supervisión, y se inauguró el 1 de mayo de 1921, durante el gobierno de Mario García Menocal. Según un reportaje de la Revista Social fechada en Enero de 1925, Mario Lens además se encargó del edificio de la Junta de Educación, y el Centro Escolar Félix Varela adjuntos ambos al Instituto de Matanzas. Así a la ciudad que lo vio nacer y formarse, ahora le regalaba suntuosos edificios de enseñanza, que han llegado a nuestros días.

En este mismo número de Social se asegura fue él quien se hizo cargo de los planos del Instituto de La Habana. Sin embargo la edición de Junio de 1926 de la Revista de Arquitectura, aparece como arquitecto director del Instituto de La Habana el señor Saul Balbona Dulzaides. Al parecer la autoría del proyecto de este inmueble tiene varios padres. Según una investigación realizada para la web de Habana Radio “El masivo edificio de hoy en día fue terminado en 1924. Refiere la historiadora Patricia Andino en un trabajo inédito sobre el Instituto, que durante la investigación del edificio halló que fuentes distintas mencionaban diferentes arquitectos como autores del proyecto. Si así Eugenio Rayneri y Piedra fue el ganador del concurso en 1910, aparecen alabados por su proyecto para el instituto Mario Lens, Benjamín de la Vega, y Mario Romañach, entre otros. Es posible que todos ellos, en períodos sucesivos, se hayan responsabilizado de las obras.”

Sea o no Mario Lens el autor principal del Instituto de La Habana, lo cierto es que ambos edificios en La Habana y Matanzas se asemejan en volumen y estructura. Volviendo a la edificación del Vedado podemos decir que se destaca por la sobriedad de su constitución, sin muchos elementos decorativos; y por ser el edificio más alto de la zona donde se enclava. Su nombre oficial está escrito justo sobre la escalera de acceso, pero nada nos indica que en su portal se encuentra el precioso sello decorativo que perpetúa las iniciales de quien lo construyó.

Edificio LENS (26-07-2017)

Entonces les dejo con la invitación a que, si se encuentra paseando cerca del lugar, suba los pocos escalones y aprecie esta pequeña obra de arte que aún se conserva como legado de un arquitecto que no dejó tarjas metálicas, o grabados en piedras; sino sus iniciales en el piso para la posteridad.