LOM – Laboratorios OM

Logotipo de la empresa en el recibidor (29-02-2016)

El descubrimiento del letrero que presento hoy fue algo fortuito, ya que no se encuentra en un lugar muy visible para el caminante, a pesar de encontrarse en un edificio que destaca por su ubicación y sus líneas sobrias en la calzada de Ayestarán. Para verlo tendrá que subir la escalera de entrada a la edificación, y luego intente recordar lo que aquí leerá pues, en ese momento, usted estará delante de las iniciales de lo que fuera el edificio de los Laboratorios OM, que ahora devela su historia.

Como ven en la imagen inicial, se trata de un logotipo sin adornos, realizado en terrazo de color rojo, con las letras en la misma tonalidad del piso. En su realización se usaron justas de dilatación de cobre que casi no se distinguen por ser muy finas. Este diseño era el logotipo oficial de la empresa, y se encuentra insertado en el centro del recibidor del edificio desde que el mismo se inaugurara en 1947. No es el único lugar donde aún se puede ver este logotipo: en la escalera hacia la planta alta de la edificación existe un vitral donde también se muestra el logo, esta vez con proliferación de colores y flores. Al parecer la parte artística fue trasladada del piso al ventanal, realizado por la compañía familiar de José Busto y Campa, por encargo de los propietarios de la empresa farmacéutica.

Como dije llegué al logo de manera casual. En realidad me había acercado al edificio con la intención de ver y fotografiar el enorme vitral de la escalera y, ¡oh sorpresa! Allí, además del vitral existía un sello identitario en el piso esperando ser catalogado e investigado.

Vitral de la escalera con el logo y demás adornos (19-10-2016)

Descubrir la historia de los Laboratorios OM ha sido una bonita y bastante larga investigación, pues ni siquiera las personas de la empresa que hoy reside allí conocen mucho sobre los orígenes de la antigua compañía, que se remontan a la década de 1930 cuando sus fundadores Leoncio García López y Pelayo Bergueiro Sicro, se unieron al negocio del sector farmacéutico.

Leoncio había nacido en Belén de Valdés, región de Oviedo en Asturias, el 26 de Mayo de 1906, y como muchos españoles en esa época emigró a Cuba en busca de una mejora económica, motivado también en parte porque el hermano de uno de ellos ya hacía dos años que se había establecido en nuestro país.  Leoncio llegó a La Habana en Mayo de 1920 a punto de cumplir 14 años, y poco después comenzaba a laborar en una bodega cercana al Mercado Único. Cuatro años más tarde la pericia en los negocios del joven le había hecho ganar suficiente dinero como para asociarse con un coterráneo en la compra de su propia bodega, y para 1926 ya se establecía por su propia cuenta en un Bar-Cafetería ubicado en la esquina de Cuba y Chacón.

El Sr. Leoncio García, y anuncio de la inauguración en el Diario de La Marina.

En 1935 su hermana Socorro García López, contrajo matrimonio con Pelayo Bergueiro, uno de sus amigos que frecuentaba la cafetería y que después se convirtió en socio del negocio farmacéutico. Todos estos datos, y los que a continuación se exponen, provienen de las memorias que dejara el propio Leoncio García, y que fueron publicadas en una página web de su pueblo natal después de su deceso en el año 2009. Les dejo aquí con parte de la Historia de los Laboratorios OM, relatada por su protagonista.

“Mis hijos y muchos amigos a través de los años me han preguntado en distintas ocasiones, como yo, de dependiente de bodega, llegué a ser el gerente y fundador de un negocio tan complejo como el de fabricar productos farmacéuticos de prescripción médica. Pues bien, en el año 1935 hice un viaje a España a la casa de mis padres. A unas semanas de estar allí me apeteció hacer un viaje a Madrid. En la estación dónde tomé el tren adquirí el Periódico ABC, y en la lectura del mismo encontré un anuncio en el que un enfermero aplicaba en su consultorio inyecciones del producto cromacrina para la cura de la blenorragia. Esta enfermedad estaba muy extendida, y especialmente en Cuba por la cantidad de varones emigrantes solteros.”

1947                       Edificio de Ayestarán#196                             2016

» “Aunque se emplean mucho los anuncios que aseguran curar tal o cual cosa y uno puede dudar de su credulidad, también no hay duda que si no tuvieran algo de cierto no se venderían los productos y no se podría sostener el costo de los anuncios. Ya en el hotel de Madrid fui a ver al conserje que también atendía el teléfono. Le expliqué que yo residía en Cuba y que me había llamado la atención el anuncio que le mostré y que me hiciera el favor de llamar por teléfono a la consulta. Al comunicarme con el enfermero le expliqué que tenía interés en visitarlo que pagaría lo mismo que le cobraba a los pacientes si me facilitaba información seria y verdadera del producto, tratamiento, etc. Su contestación fue que si iba por allí sería totalmente cierta la información que me daría. Que también me daría muestras del producto, y la dirección del laboratorio que estaba en Granada. Cuando me puse en contacto con el laboratorio me preguntaron que si yo era doctor o farmacéutico y yo les respondí que era negociante, y que estaba interesado en importar y representar sus productos en Cuba. Logré interesarlos y hacer negocio con ellos.”

» “En 1935 junto con mi cuñado Pelayo empecé a desarrollar el negocio del laboratorio. Pelayo se ocupó de visitar a un enfermero que tenía su consultorio en el Centro Gallego de la Habana para que nos ayudara a introducir el producto y el enfermero prometió usarlo tan pronto tuviese la oportunidad, pero que era conveniente que le facilitáramos más cantidad para tener suficiente con qué tratar a los pacientes. Este sencillo relato fue el origen de los Laboratorios OM, que consiguió ocupar uno de los primeros puestos en Cuba, tanto en capacidad de producción científica como en venta de medicamentos farmacéuticos por prescripción médica.”

Fotos de la inauguración del edificio, y etiqueta de uno de sus productos.

» “Entre las cosas que impulsaron a que el laboratorio adquiriera el prestigio nacional del país fue que introducimos la penicilina antes que los laboratorios norteamericanos. Yo me pasaba el tiempo viendo las revistas médicas y leí sobre el descubrimiento de la penicilina y las pruebas y éxitos de este medicamento. Me puse en contacto con las firmas que yo compraba la materia prima y el Laboratorio OM sacó la penicilina al mercado antes que las firmas extranjeras la introdujeran en Cuba. Otro producto que fue un éxito fue la estreptopenicilina. Cuando fui a los EUA a comprar la materia prima les expuse mi idea de combinar la estreptomicina con la penicilina y me dijeron que eso era imposible. Yo seguí con mi idea y los químicos de nuestro laboratorio lo llevaron a cabo y el producto se puso en el mercado con muy buen resultado. A los seis meses los EUA empezaron a fabricarlo.”

Como ven el testimonio demuestra cómo se fue abriendo paso el principal promotor de los Laboratorios OM, junto a su socio y cuñado Pelayo Bergueiro, quien también era español, natural de Pontevedra (Galicia), y que llegara a nuestra capital en 1925. Ambos formaron la Sociedad L. García y Cia, de la que fueron gerentes desde su asentamiento en Noviembre de 1939.

Suplemento del Diario de la Marina de Noviembre 1947 (15-03-2018)

El edificio que fuera la sede principal de la empresa en Ayestarán #196 entre 19 de Mayo y Desagüe, es obra del arquitecto Abel Rodríguez, y se inauguró el 12 de Noviembre de 1947. Según la información gráfica publicada en el suplemento del Diario de La Marina del día 18 de Noviembre bajo el título “CUBA INAUGURA UNA GRAN INDUSTRIA”, el inmueble fue bendecido por Fray Fernando de Santa Teresa, padre superior de la Parroquia del Carmen, actuando como madrina la señora Maruja Naveira de García, esposa de Leoncio. Entre otros invitados presentes en el acto estuvieron los doctores Héctor Valle Pineda, presidente del Colegio Médico de La Habana, Gustavo Cuervo Rubio, Armando Fernández, y José Chelala Aguilera. También asistió el señor Ángel Gutiérrez, presidente de la Asociación de Reporters de La Habana.

En el año 1960 los Laboratorios OM, como otras tantas empresas, también fueron nacionalizados, y sus propietarios optaron por salir del país en Agosto de ese año. Según algunos testimonios en el edificio se continuaron fabricando algunas especialidades farmacéuticas y ámpulas de inyección. En 1999 el local fue entregado a la Empresa de Materiales Higiénicos y Sanitarios (MATHISA) que tiene allí su dirección ejecutiva, y parte de su línea productiva, fundamentalmente de almohadillas sanitarias.

El edificio en la actualidad (30-11-2016)

Como han podido leer, este edificio que se alza en Ayestarán, frente a la antigua Escuela Profesional de Comercio de La Habana, encierra entre sus paredes una rica historia de logros, si sabemos tener la paciencia de investigar un poco sobre su origen, y la suerte de poder encontrar todos los datos que se desprenden de estas iniciales insertadas en su recibidor desde hace más de 60 años.

Seguiremos descubriendo historias de logos… algunas de ellas muy cerca de este mismo lugar.