Letrero que existía indicando el lugar (10-10-2011) |
Hoy
visitaremos un edificio en la esquina de las calles San Rafael e Industria que
hasta hace poco poseía el letrero que aparece en la imagen inicial. Éste fue
uno de los primeros letreros que fotografié cuando comencé a recopilarlos allá
por el año 2011, y nunca pensé que sería testigo de su desaparición, algo que
ha sucedido justo cuando las instalaciones y edificios del bulevar de San
Rafael se encuentran en un proceso de rescate y remodelación. Les presento
entonces la historia que tenía para relatarnos el letrero del Hotel Royal Palm…y un poco más.
Comencemos
dedicándole un momento a analizar el letrero. Como se habrán dado cuenta se
trataba de letras conformadas por teselas con matices rojizos, incrustadas en
el piso de terrazo gris. Las letras además poseían un sombreado realizado con
teselas negras. El diseño siguió la manera anglosajona de escribir los nombres
de algunos establecimientos, jerarquizando el nombre sobre el oficio, quizás debido
a la nacionalidad de su propietario inicial. En este caso el nombre del hotel
estaba escrito formando un arco tras la puerta de acceso al antiguo recibidor,
en la misma esquina de Industria y San
Rafael.
El edificio,
uno de los que más destaca en esa zona de Centro Habana, fue proyectado y
construido por el arquitecto Horacio
Navarrete en 1926, según aparece reflejado en la Revista del Colegio de Arquitectos. Su propietario original fue el
canadiense Wilbur E. Todgham, y
quizás ese es el por qué de su nombre en inglés; aunque a decir verdad anterior
a éste existió otro hospedaje llamado Royal Palm, del que algún día relataremos
su historia. También puede que haya sido esa la razón de la existencia de una letra W mayúscula encerrada en un
círculo, que podía ser vista por la calle San Rafael, si teníamos la suerte de
que no estuviera tapada por una nevera o un anaquel de la tienda que se asienta
en el local. Esa letra W estaba realizada con la misma técnica del letrero con
el nombre del hotel, utilizando teselas negras y blancas.
La letra W que se podía ver por la calle San Rafael (14-12-2015) |
La
edificación fue diseñada para 18 habitaciones por piso, baños con servicio de
agua fría y caliente, y un restaurante en el piso superior. Su tipología de
construcción es la que se impuso en este tipo de edificaciones por la década de
1920: torres verticales de más de 6 niveles, planta rectangular —en este caso
aprovechando la esquina— y habitaciones con vistas al exterior. Como casi todos
los hoteles de esa época el Royal Palm poseía un escudo que utilizaba en su
promoción. En su diseño ponderaba a nuestra cubanísima Palma Real, e incluía la
frase “It’s Good” como eslogan de su
servicio.
El hotel
fue propiedad de Todgham hasta que pasó a manos de Pascual Morán Pérez, quizás por un negocio de compra-venta en la
década de 1930. Pascual Morán era español, natural de la provincia de León, y en
varias ocasiones fue Presidente del
Círculo Republicano Español de La Habana. Según el libro “Las Empresas de Cuba - 1958” de Guillermo Jiménez Soler, P. Morán había
sido uno de los dirigentes más notables del sector hotelero y turístico durante
los años de las décadas de 1930 y 1940, y a comienzos de esa última década era
considerado el hospedero más antiguo del país pues era el único que no había
trasladado su capital del sector hotelero.
Algunas muestras de las promociones del hotel |
Morán,
además, fue presidente de la Asociación
Nacional de Hoteles y Restaurantes de Turismo de 1938 a 1940, y de la Asociación Hotelera de Cuba desde 1940.
En 1941 fue electo como vocal de la Asociación
de Comerciantes de Galiano y San Rafael. El Hotel Royal Palm en la década
de 1950 se inscribía bajo la razón social Hoteles
Morán S.A., pues además de éste P. Morán tenía bajo su mando el Hotel Florida de la calle Obispo.
El Royal Palm por su ubicación fue un sitio bastante
solicitado. El propio Morán, que no varió ni el nombre ni el escudo, dejando
incluso el lema de lo bueno que podía resultar el hotel en inglés, lo describía
en las postales de promoción como EL MEJOR y más céntrico hotel de La Habana, a
solo una cuadra del Capitolio Nacional
y de los mejores teatros. El hotel, como mostraban sus postales, era miembro de la AAA (American Automobile Association) poseyendo la categoría A-1
de la época. Algunos huéspedes
ilustres que se hospedaron allí fueron el entomólogo Italiano Filippo Silvestri en 1928, y la
cantante argentina Mercedes Simone en
1939.
Tarja donde quedó plasmada la acción de rehabilitación (25-04-2018) |
Para este
escribidor es una incógnita cuándo el Royal Palm dejó de funcionar como hotel.
Probablemente al edificio le haya sucedido como a muchos otros, que pasaron de
ser lugares de hospedaje a casas de familias durante la década de 1960. El
inmueble desde que comencé a frecuentar esa zona de la ciudad con mis padres ya
era un edificio multifamiliar, con una tienda en los bajos que ha pasado por
varias transformaciones. Según una tarja que se encuentra colocada al lado de
la entrada por la calle Industria, en el año 2000 se le hizo una rehabilitación
integral con la colaboración de la Diputación Provincial de Sevilla.
Como se
dijo en el inicio de esta entrada tanto el letrero que indicaba el nombre del
hotel, como la letra W que se encontraba en San Rafael, han desaparecido debajo
de una capa de modernas losas blancas, que seguramente no serán tan duraderas
como el piso de terrazo donde se asientan. Al parecer alguien ha querido darle
un toque de modernidad al local comercial, sin tener en cuenta que ha borrado
con su acción una parte de la historia urbana del bulevar. Lo curioso es que la
tienda sigue teniendo como nombre el del antiguo hotel, por lo que no creo que
el letrero haya sido una “molestia histórica”.
Edificio del Hotel (y tienda) Royal Palm (26-07-2015) |
Excelente la historia! Gracias por compactarla tan exquisitamente y pi compartir tan desinteresadamente.
ResponderEliminarMe hospedé en ese hotel con mis padres a finales de los 50 y a principios de los 60. Me encantaba el elevador con puertas de rejas de hierro y la manigueta donde el conductor con su traje del hotel lo subía y lo bajaba. Las habitaciones eran espaciosas y mi padre seleccionaba aquellas que daban a San Rafael. ¡Qué tiempos aquellos en La Habana!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por esta historia. Pascual Morán es mi bisabuelo por lado de mi madre. Te agradezco el compartir la información sobre el hotel que formo gran parte de los cuentos de mi abuela y madre de los años gloriosos en La Habana en los años 30-50 antes de la revolución.
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