Rosa Náutica en el recibidor del edificio (09-08-2018) |
Volvemos de nuevo a presentar un diseño de rosa
náutica, y una vez más el mismo no está vinculado a algo que tenga que ver con
empresas náuticas, balnearios, o algo parecido a la vida marítima. De hecho el
edificio donde está ubicada esta rosa de los vientos, se encuentra bastante
alejado del mar. Mas ahí está, muy bien orientada, y dispuesta a revelar hoy su
origen la rosa náutica de un edificio que, aunque no lo crea, se vincula con el
mundo del cine.
Esta decoración que se encuentra en el pequeño
recibidor del edificio ubicado en la calle Montoro
#109 entre Bruzón y Desagüe, se distingue por su diseño, sus colores, y por
presentar la flecha que nos indica hacia dónde se encuentra el norte
geográfico. Es ese un detalle bastante notable en este caso, pues presenta una
saeta de perfecto color blanco, que resalta en el piso de terrazo de color
negro que rodea la rosa náutica.
El empleo de los colores en su realización,
como ya hicimos notar, es algo que también llama mucho la atención, por el uso de
la combinación del color rojo y el verde jaspeado en negro, sobre un fondo
blanco que aporta una luminosidad increíble al conjunto. Si además tenemos en
cuenta que esta rosa náutica posee 32 puntas, podríamos fantasear un poco
pensando que es una estrella que brilla en el firmamento nocturno.
Todo el conjunto, de un poco más de un metro de
diámetro, fue realizado en detalle por medio del uso de juntas de dilatación metálicas
que, además de ser una técnica para la conservación de este tipo de trabajos,
permite la separación de las diferentes capas de terrazo, evitando que se
mezclen los colores y texturas.
Estado del diseño antes de la reparación del inmueble (22-02-2016) |
Esta rosa náutica la descubrí en el año 2016,
como muestra la foto, en el momento en que el edificio estaba siendo sometido a
una reparación general. En ese entonces el piso estaba cubierto de polvo por el
trasiego de los materiales de construcción, mas los muy amables compañeros que
estaban allí laborando ayudaron a limpiarla un poco para que pudiera al menos
documentarla. Es gratificante ver cómo al finalizar los trabajos el piso fue
pulido nuevamente, rescatando por muchos años más este bello diseño.
Y bien, ¿cómo se vincula este edificio con la
cinematografía? Pues la respuesta, después de un poco de indagaciones es la
siguiente. En Montoro #109 radicó el
despacho principal del Circuito
Cinematográfico Celestino Díaz, y también albergó las oficinas de la
compañía Continental Films, cuando
ésta se trasladó desde Prado #164 hacia el nuevo “distrito cinematográfico”
presidido por el edificio del Centro
Fílmico. Quizás he ahí el por qué en el centro de la rosa náutica, existe
un círculo blanco que encierra cuatro triángulos rojos y cuatro verdes,
semejando el mecanismo de arrastre de la cinta (conocido como Cruz
de Malta) de los proyectores de cine antiguos.
Celestino Díaz
González (1904–1987) era español, oriundo de la
provincia de León. Llega a La
Habana en 1924 y comienza a programar las funciones del Cine Maravillas en la Calzada del Cerro, del que
su hermano Valentín, que había llegado a nuestra capital en 1915, era
propietario. En la década de 1930 su otro hermano, Félix, edifica el Cine Finlay en Centro Habana, por lo
que la familia se adentra mucho más en el negocio cinematográfico, llegando a
ser propietarios más adelante de importantes cines capitalinos como Fausto, Reina, Cuatro Caminos, Florencia (después Pionero), Olimpic, Ritz y Santos Suárez; así como tres cines en Sagua la Grande.
Por su parte Continental Films o Hispano
Continental Films, como también se le conoció, fue una compañía creada por
el empresario Octavio Gómez Castro,
quien era el representante en Cuba de la industria cinematográfica mexicana, y
regenteaba 10 teatros en un circuito llamado Pelimex S. A. Continental Films produjo varias cintas
cubano-mexicanas, entre ellas la más destacada fue “Embrujo Antillano” (1946),
protagonizada por Blanquita Amaro y María Antonieta Pons, y dirigida por Geza P. Polaty. Además produjeron “Ritmos del Caribe” (1950) con Rita Montaner, y “Me Gustan
Todas” (1954) conocida también
como “Hotel Tropical”, con el
protagónico en la piel de Rosita Fornés.
Ambas cintas fueron dirigidas por Juan
José Ortega.
Celestino Díaz en la década de 1940 se da
cuenta que a Cuba en el año llegan unas 60 películas mexicanas, por lo que se
acerca a Gómez Castro con la intención de que su circuito de cines pueda
exhibir esta cinematografía tan popular en nuestro país por esa época. Quizás
he ahí el por qué la compañía productora aparece en los Anuarios Cinematográficos a partir de 1951, listada en la dirección
de Montoro #109, bajo el la razón social Distribuidora
de Películas Continental S. A. Poco después también Pelimex S.A. aparece registrada en esa dirección, por lo que los
vínculos entre ambos empresarios debieron ser muy fuertes. Todo esto cesó tras
la nacionalización de los circuitos cinematográficos y cines, y su cesión al
recién creado ICAIC en Agosto de
1960.
Hoy en día el edificio, tras una restauración
capital, alberga las oficinas de la Dirección Provincial de la Vivienda
en La Habana. Mientras su rosa náutica sigue dando la bienvenida a todo
aquel que lo visita por algún trámite, con su historia vinculada a los cines
olvidada en el tiempo.
Creo que durante un tiempo fue la Dirección de Cultura de la antigua provincia La Habana. Siempre quise saber a que se había dedicado antes el edificio.
ResponderEliminarLo recuerdo muy bien y también a Celestino era muy buen amigo de mi padre y distribuidor de películas Españolas
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