13 de julio de 2023

Lámparas La New York

Foto:
Logotipo en lo que fuera el acceso a la tienda (20-10-2012)

La calle Galiano es una de las vías capitalinas donde más logos y letreros se pueden observar cuando la caminamos. Sin embargo, existen algunos que normalmente no están a la vista por no encontrarse en sus amplios portales, y sólo son conocidos por pocas personas o por las instituciones que ocupan el lugar; muchas veces ajenas a su historia o qué significan. Ese es el caso del que hoy les traigo, que devela la historia olvidada de la antigua e importante tienda Lámparas La New York.

Como se puede ver en la imagen inicial, se trata de un logotipo no muy grande que, a pesar del desgaste sufrido con el paso el tiempo, aún mantiene su color rojo y se puede distinguir la caligrafía original que conformó su identidad. También el subrayado que forma parte del logotipo mantiene su color verde azulado, todo insertado en el piso de terrazo gris que una vez fuera una de las entradas al establecimiento comercial. Este logo, como ya dije, es uno de esos “escondidos de Centro Habana” difíciles de ver, por no estar en algún portal, acera o acceso público. De hecho, si no hubiera sido por la buena suerte de una puerta abierta en el momento en que pasaba por allí, a lo mejor el letrero de Lámparas La New York aún estuviera oculto y su historia por contar. Quiso el azar que ese día, al pasar por Galiano #209 entre Virtudes y Concordia, el local, que normalmente permanece cerrado, estuviera abierto y algo en el piso atrajera mi atención.

Lámparas La New York quizás no es un nombre tan reconocido como su similar y mucho más famosa, Lámparas Quesada, pero eso no significa que no tenga una interesante historia que contar. La firma comercial se inscribía bajo la razón social del nombre de su propietario principal, el señor Juan Miguel Fernández, al que acompañaban sus hijos Miguel Ángel y Adalberto, pero no comenzó con ese nombre ni en el lugar en que aún —con suerte— se puede ver el letrero. 

Foto:
Imagen de la tienda publicada en El Libro de Cuba (1953)

Los inicios de este comercio se remontan a 1916 cuando comenzó en el antiguo #182 de la calle Real de Marianao (la Avenida 51 actual) bajo el nombre de New Electric Supply. En aquella época, además de efectos eléctricos, se vendían juguetes y artículos de regalo. Su creciente popularidad requirió una ampliación en 1926, que lo hizo convertirse en el establecimiento más amplio de los dedicados a su giro en Marianao, adoptando además La New York como nuevo nombre comercial. Un año más tarde se adquiere una fábrica de lámparas, que había quebrado financieramente en La Habana y la empresa se traslada al fondo de dicho edificio. Ya para 1930 el negocio más próspero era el de las lámparas, por lo que la fábrica traslada definitivamente su sede para la calle Galiano #57 (antiguo), donde aún se alza el edificio que “esconde” el letrero. En 1935 se suprime la venta de juguetes y demás artículos, concentrándose en la venta de las lámparas como principal producto, aunque también incorporaron los radios y refrigeradores de la marca Leonard como línea anexa, atendida por Migue Ángel.

Pero su principal razón de ser eran las lámparas. La New York, cuyo eslogan comercial era “Lámparas de Lujo a Bajo Precio” y poseía un personaje promocional llamado Newyorkito, como pueden adivinar no solo vendía las luminarias, sino que también las fabricaba. De sus talleres salieron no pocas exclusividades destinadas a clientes con tal posibilidad o para importantes salones de baile. De estos últimos destacan los trabajos realizados en 1937 para el Casino Deportivo de la playa (actual Círculo Social Cristino Naranjo) donde se instalaron más de 130 plafones de techo, con cristal especial difusor de la luz; y el Casino Español de la playa (Círculo Social José Ramón Rodríguez), para cuyo Gran Salón se confeccionó la lámpara central, la más grande que hasta entonces se había fabricado en Cuba, con 12.25 metros de circunferencia. Para estos trabajos se importaban cristales y materiales especiales de gran calidad, que provenían de países como Alemania, Argentina, Bélgica España, Estados Unidos, Checoslovaquia y Japón.

Foto:
Lámpara del Casino Español de la Playa y Anuncio en la Guía Telefónica (1959), Sección "Lámparas"

Según el reportaje que aparece en el Libro de Cuba de 1953, durante la Segunda Guerra Mundial, Lámparas La New York, exportó sus producciones con destino a México, Puerto Rico y los propios Estados Unidos, además de seguir fabricando para el mercado nacional, lo que le valió a su propietario el otorgamiento de varias medallas al mérito, por ser una institución que mantuvo en alto los emprendimientos y la identidad cubana, además de ser ejemplo de superación en el ámbito comercial. En 1951, la Comisión por el Centenario de la Bandera Cubana y las expediciones libertadoras de Narciso López, también le otorgó un reconocimiento a La New York, por sus trabajos en honor a nuestra enseña nacional. Un año antes la empresa había sido la responsable de la fabricación de todas las luminarias del Hotel Internacional de Varadero, que fuera inaugurado el 20 de diciembre de 1950.

Como puede leer, el local que hoy casi no se asemeja al de la foto antigua, tuvo una importante labor dentro del comercio habanero y la iluminación de muchos lugares. Seguramente por ahí debe quedar alguna de esas lámparas fabricadas o vendidas, en este lugar en pleno corazón de Centro Habana. Yo no recuerdo haber visto las vidrieras o qué función anterior tuvo el local que albergó a Lámparas La New York. A días de hoy el sitio pertenece a la Unidad Básica de los Mercados Artesanales Industriales (MAI) del municipio; sirviendo como almacén del aledaño MAI Miralda…aunque también tengo la impresión que sirve como alojamiento a algunas familias en su parte posterior.

Foto:
Imagen actual del edificio de Lámparas La New York (20-06-2023)

Pues bien, ya sabe que nuestra popular Avenida de Italia, posee un letrero escondido con el nombre de esa famosa ciudad americana impreso en su piso. Si usted pasa por allí y se encuentra la puerta abierta, no tenga pena y échele un vistazo a este letrero. Y si algún custodio le pregunta el por qué de su curiosidad, quizás le pueda relatar esta historia que acaba de conocer.

1 comentario:

  1. Que epocaquella los camiones Hoban por los repartos te tocaban en la puerta para vendértela y te la instalaban y además la pagabas un peso semanal eso era en mis tiempos en cuba👍👍👍

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