Colegio Teresiano del Vedado

Logotipo en el portal del edificio (08-08-2019)

En La Habana, esta ciudad que ya ha cumplido su medio milenio, existen muchos edificios peculiares. Incluso algunos de ellos parecen salidos de las páginas de algún libro de cuentos para niños, dando la sensación cuando estás delante de ellos que, si esperas lo suficiente, verás salir por sus puertas algún personaje de leyenda al que habrás de reverenciar. Este es el caso del sitio donde se ubica el logo que abre las publicaciones del 2020; un edificio casi único en Cuba, que nació siendo escuela y hoy, a un siglo de su edificación, sigue siéndolo. Veamos entonces qué tiene para contarnos el antiguo Colegio Teresiano del Vedado partiendo desde el logo de la congregación que lo creó. 

Como pueden ver en la imagen inicial se trata de un logotipo redondo, realizado en teselas de varios colores, e insertado en un piso de terrazo integral de tonos claros. El logo no es otra cosa que el antiguo sello de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, con algunos de los atributos y los colores que aún en la actualidad caracterizan a esta comunidad religiosa. El diseño es una variación del logo de los Jesuitas y en él se pueden apreciar las letras JHS que simbolizan el nombre de Jesús —Joshua, que significa “salvador”—, sirviendo estas siglas también como iniciales de “Jesús, Hombre, Salvador”. También aparece una T entrelazada con la H como indicativo del nombre de la santa y su vínculo con el de Jesús; aunque también pudiera ser considerada como una representación de la Cruz, elemento que también forma parte de la simbología que comparten las compañías jesuítas.

Mandala en el recibidor de la escuela (15-10-2014)

Las iniciales están asentadas en un fondo blanco y dentro de lo que se puede considerar un trébol de 4 hojas, algo que siempre se ha relacionado con la sabiduría y la fortuna, además de poseer un simbolismo religioso. Entre la figura del trébol y el amplio marco redondo que lo separa del resto del piso del portal donde se asienta, se puede ver un fondo azul. Los colores, como ya adelanté, también tienen su significado; no vaya a pensar alguien que fueron un puro capricho. Las letras poseen un tono que no es del todo rojo, por lo que pudieran considerarse de color “café” que para la congregación simboliza lo humano y la tierra donde se siembra la espiritualidad teresiana. El azul, por su parte, simboliza los valores trascendentes (alcanzados en el cielo) y el blanco hace de unión entre ambos, como símbolo de espiritualidad entre la tierra y el cielo, representando a su vez los Valores Teresianos.

Adentrándonos ya en el edificio encontramos otro diseño en el recibidor. Esta vez se trata de una mandala que asemeja un rosetón cuyo borde está soportado por 12 columnas e igual número de arcos ojivales. En su centro volvemos a encontrar la figura semejando el trébol de 4 hojas. Si le damos a todo esto un simbolismo religioso podríamos decir que las columnas muy bien podrían representar a los 12 apóstoles; aunque también podría tratarse de otro exquisito trabajo realizado con teselas de varios colores, e insertado en el medio del área de recepción de la escuela para darle más vida al área. Ambos, el logotipo y la mandala, sin duda alguna fueron realizados por la empresa de Luis Mion, algo que viene a reafirmar el tercer elemento decorativo que nos encontramos en el edificio y que es un poco más moderno que los anteriores.

Mapa de Cuba en patio interior de la escuela (15-10-2014)

En el centro del patio del antiguo Colegio Teresiano del Vedado, existe un mapa de Cuba bastante detallado y de un tamaño nada despreciable. Este mapa es semejante al que existe en el centro de la rosa náutica ubicada en la áreas al aire libre del Hotel Nacional, así como a otros mapas de nuestro país realizados por esa empresa de pisos de terrazo en otros sitios de La Habana. Algo interesante es que aún se pueden notar las fronteras de las antiguas 6 provincias en que se dividía Cuba. El mapa destaca mucho más por estar insertado nuestro “verde caimán” en un fondo blanco rematado por un borde del mismo color verde, que a su vez se ubica en el peculiar piso de terrazo rojo del patio interior de la escuela. Según testimonios, las alumnas internas del colegio, que procedían de diferentes regiones del país, solían jugar a ponerse encima de la provincia en la que habían nacido.

El Colegio Teresiano del Vedado fue uno de los primeros planteles educativos que tuvo esa comunidad religiosa en nuestra patria. Las hermanas de la Congregación de Santa Teresa de Jesús habían llegado a Cuba tras ser expulsadas de México por la revolución en ese país en 1914. Ya en Septiembre de 1915 iniciaron sus fundaciones y en 1916 abrieron el colegio del vedado, en una zona que, con el pasar del tiempo, se fue llenando de vida. El mismo estuvo incorporado al Instituto de Segunda Enseñanza del Vedado pero atendía alumnas desde Kindergarten (preescolar y primeros años) hasta Bachillerato. 

Colegio Teresiano del Vedado en la década de 1920

Según comentarios de antiguas estudiantes obtenidos de varias fuentes, en la primera planta se ubicaban los primeros grados y las áreas de dirección, en el segundo piso los grados siguientes y en el tercero los dormitorios, baños y salón de estudio de las internas. La capilla se encontraba detrás del patio y al fondo —por la calle 15— estaba el colegio gratuito para niñas menos afortunadas. También en una Guía de La Habana de mediados de la década de 1940 se lee:“Cuenta el Colegio con un salón para Pintura y Dibujo otro para el Banco Escolar Teresiano en el cual reciben las alumnas los Cursos Comerciales; un bien provisto Gabinete de Física; un Laboratorio de Química y un amplio y bello Campo de Deportes.” Aunque el colegio lo fundaron religiosas españolas, su última directora fue una cubana: Madre Graciela Ruiz.

Imagen del edificio en la actualidad (08-08-2019)

Hoy en día, en este edificio cuyo frente nos recuerda un castillo, solo queda como indicación de su origen como escuela religiosa el logotipo en su portal. Las letras con el nombre de Colegio Teresiano así como los atributos de la congregación presentes en su escudo en lo alto del cuerpo central del inmueble, desaparecieron hace mucho tiempo. Ahora acoge a la escuela primaria Ormani Arenado Llonch, nombre de un joven caído en el asalto al Palacio Presidencial el 13 de Marzo de 1957.

Entonces ya sabe que ese edificio con torres almenadas y aire señorial de la Calle 17 #1054 entre 12 y 14, tiene una historia que ya es centenaria y que bien vale la pena recordar.