Hermoso diseño en la portal del edificio (18-05-2018)
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Volvemos de nuevo a visitar un sitio fuera de la capital. Esta vez nos trasladamos hacia un pueblo muy pintoresco y que posee unos de los edificios más bellos del occidente de Cuba. En ese lugar existe un hermoso logotipo que da la bienvenida a la instalación, y que será el punto de partida de esta nueva entrega. Veamos qué historias tiene para contar el Teatro Vicente Mora de Guanajay que precisamente hoy, 15 de Mayo de 2020, está cumpliendo 90 años.
La localidad de Guanajay solía ser el pueblo que daba la bienvenida a Pinar del Río, cuando Cuba estaba dividida en seis provincias. No por gusto el propio Benny Moré entonaba: “Pinar del Río que lindo eres, de Guanajay hasta Guane”. Mi primera visita a la localidad se produjo hace 20 años atrás cuando llegué allí por razones personales…y me quedé boquiabierto cuando el imponente edificio del Teatro Vicente Mora se presentó ante mí. Desde esa fecha siempre ha cautivado mi atención. No hay vez que pase por el pueblo que no le dedique unos minutos a contemplarle, no solo por ser uno de los más altos de la villa, sino porque su bella arquitectura tiene un encanto singular.
Iniciales en el recibidor (18-05-2018) |
Pero regresemos al tópico del blog. El Teatro Vicente Mora, como pueden ver en la imagen que inició esta entrada, posee un hermoso diseño que nos da la bienvenida en el portal, justo frente a su puerta principal de acceso. En su concepción se ha utilizado como base la estrella judía de seis puntas —conocida como Estrella de David— en cuyo interior se ha dibujado una lira, rodeada por una cinta con el nombre de la instalación cultural. El dibujo del instrumento de cuerdas y la cinta, así como las hojas de laurel que lo coronan han sido completamente realizados con teselas de variados colores. Todo el conjunto está enmarcado por un ribete blanco, teselado también, que le otorga realce al contrastar con el tono oscuro del símbolo judío. Es notable ver cómo el diseño fue concebido para que se ajustara al diseño de dicha estrella, que a su vez resalta en el tono naranja del piso de terrazo del portal, enmarcado también por una franja del mismo color oscuro.
Pero el patrocinador de la construcción del Teatro Vicente Mora no se contentó con poner este hermoso diseño en su portal. Cuando nos adentramos en el inmueble podemos ver de nuevo, en su vestíbulo, las iniciales de la institución, esta vez dentro de una serie de círculos de diferentes colores. Aquí la letra V ha sido desplazada y tiene el mismo tono que el círculo exterior, mientras que las otras dos destacan por su tono amarillo, como para resaltar que el Teatro era de los Mora. Una vez más este sello de identidad se encuentra en el medio del recibidor, presidiendo la entrada a la sala de espectáculos como tal. El piso del área se realizó en un color muy parecido al del portal, pero de un tono más rojizo y está enmarcado por un ribete del mismo color verde presente en el círculo central del membrete, presentando motivos florales en las esquinas.
Firma de Luis Mion en el portal (18-05-2018) |
Aquí lo más notable es la combinación de técnicas para estos trabajos de revestimiento, ya que podemos observar la combinación del terrazo integral con las teselas que incluso forman una especie de frontera entre el piso y la franja que lo delimita. Por su parte los adornos con temática floral están completamente realizados en teselas de varios colores, algo que era marca inequívoca de una empresa que nos legó hermosos pisos por toda Cuba: Luis Mion. Como para reafirmar esta aseveración tenemos que el Teatro Vicente Mora está firmado por Mion, como se puede apreciar en las letras, también realizadas con teselas, que se encuentran en la franja del portal, justo delante de la estrella y la lira. En Guanajay hay varios lugares muy reconocidos cuyos pavimentos fueron realizados por Mion, pero solamente en éste del teatro la empresa dejó su firma para la posteridad, quizás previendo la exclusividad en que se convertiría el naciente edificio.
Según una leyenda se dice que el coliseo artístico guanajayense es una copia fiel del Teatro de la Ópera de Berna en Suiza, pero esto no es más que una fantasía…con un toque de realidad. El Vicente Mora no es una copia fiel, pero su fachada SÍ semeja en gran parte a una de las de su similar europeo. Esto ha provocado que los lugareños hayan esparcido la historia de la “copia”, probablemente en un intento de darle un poco más de realce a esta joya arquitectónica local. Algunos dicen que su constructor fue enviado a Europa por el patrocinador de la edificación en busca de algo sorprendente, mientras otros dicen que fue el mismo propietario quien vio el coliseo suizo en un viaje y quiso erigir un similar en su pueblo natal. Sea cual sea la historia real, el caso es que cuando se está delante del Vicente Mora de Guanajay, no se puede evitar pensar que el poblado ganó mucho con semejante ejemplo de arquitectura en los alrededores de su parque central.
Tarja perteneciente al teatro, que se conserva en el museo local (30-07-2018) |
La idea de edificar el teatro fue de Martín Mora Díaz, un acaudalado político de la localidad quien fuera alcalde de Guanajay entre 1916 y 1924. Su intención, según reza en una tarja de bronce, forjada a pedido por el lugareño Fermín García, que estuviera colocada en el portal del teatro y que hoy se conserva en el museo de la localidad, era hacerle un “filial tributo al recuerdo de un modesto campesino y jornalero, que nació y murió en una cabal pobreza, practicando siempre los más puros principios en su hogar y en el amor a sus hijos”. Ese campesino no era otro que su padre, Vicente Mora. El terreno seleccionado para la construcción pertenecía al Centro Progresista, sociedad de la que Martín Mora era integrante honorario.
Su propuesta, además de otorgarle a la también llamada Villa Blanca una obra artística de excelencia para el disfrute social, era hacer del teatro el edificio más alto del pueblo; lográndolo por mucho tiempo pues, con sus 24 metros de altura, fue la cúspide de Guanajay hasta que se edificó la nueva torre de la Iglesia de San Hilarión. El teatro se inserta en uno de los estilos característicos de la época en que se construyó — entre el 7 de septiembre de 1929 y el 15 de mayo de 1930— a partir de su eclecticismo de tendencia barroca en sus fachadas y Luis XIV en su interior.
Fotos de Martín Mora y de la construcción del teatro.
Publicadas en Guanajay Social (Rubén Collazo - 1930)
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Esta joya arquitectónica del occidente de Cuba fue ejecutada, según se publica en un número especial de la revista “Guanajay Social” dedicado al teatro, por el ingeniero Sebastián del Castillo, quien estuvo a cargo de los planos y proyectos, dirigiendo también todos los trabajos de construcción durante los 8 meses que duró la ejecución. Entre los varios nombres de empresas y contratistas que participaron en la obra resaltan, entre otros, Ramiro Fernández a cargo de la armazón de cemento, American Stul por las fundiciones de hierro, Mármoles Pennino por los trabajos y escaleras de ese material, Tiburcio Gómez por las obras de carpintería, L. Sosa y Compañía por las instalaciones eléctricas y, como ya dijimos, los pisos realizados por Luis Mion.
La famosa fachada “copiada” fue contratada por Casildo Aguilera y Ramón García, siendo la casa Catalayud y Llompart la responsable de los moldes; mientras los trabajos de escultura y modelado se debieron al notable artista Mario Curriere. Las barandas y otras ornamentaciones fueron obra del artífice local Francisco Vigo, mientras las decoraciones de oro y pintura en general fueron realizadas por el artista Anselmo Santa Coloma. En el centro del techo de la sala se encontraba una pintura firmada por Ramírez Montenegro; por su parte el telón de boca original del teatro, a juego con el estilo interior del coliseo, fue obra del notable escenógrafo Manuel Roig. El costo total del Vicente Mora fue de 120 mil pesos, una cifra nada despreciable en esa época, pero que, dada la suntuosidad del inmueble, podía haber sido mucho mayor.
Foto del público en el entreacto el día de la inauguración.
Publicada en Guanajay Social (Rubén Collazo - 1930)
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El Teatro Vicente Mora fue inaugurado el propio 15 de mayo de 1930 a las 5:30 de la tarde, con la consagración masónica del edificio, haciendo uso de la palabra el Inspector del Distrito Escolar, Dr. César de las Pozas y el Sr. Abelardo Hernández, director de “El Heraldo”. Media hora después se realizó el bautizo de la instalación por el párroco José M. García del Valle. La función inaugural comenzó a las 9 de la noche con la presentación de la obra “La Parranda”, llevada a escena por la compañía de zarzuelas españolas de Juanito Martínez del habanero Teatro Martí. Entre los asistentes a la apertura se encontraba la señora Dolores Díaz, viuda de Vicente Mora y madre de Martín, así como otros personajes de la vida social de Guanajay en esa época.
Desde sus inicios el edificio se convirtió en una plaza fuerte del género lírico, ayudado en gran medida por la forma arqueada del techo y la cúpula frontal, que le confieren condiciones auditivas excelentes. También compartió las presentaciones teatrales en su escenario con exhibiciones de cine, para lo que se le instalaron dos aparatos de proyección “Suplex”, de los más modernos en esa época. En su tablado, a través de los años, se presentaron importantes artistas como, Ernesto Lecuona, Nicolás Guillén, Raquel Revuelta, Zoila Gálvez y Margarita Díaz, entre otros.
Decoración floral en una de las esquinas del recibidor (18-05-2018) |
La vida de este edificio también está estrechamente vinculada a importantes acontecimientos para el pueblo de Guanajay. Martín Mora, a pesar de su mecenazgo y las acciones favorables para con su pueblo natal, no era de los más queridos. En 1924 renuncia a la alcaldía del pueblo para comenzar carrera política en la Cámara de Representantes por los Liberales, convirtiéndose en partidario de Gerardo Machado. Su actitud durante el período del “Machadato” provocó que, cuando en 1933 la revuelta popular hizo que Machado saliera de Cuba, sus propiedades, entre ellas el teatro, fueran asaltadas y saqueadas. Se cuenta que el Vicente Mora perdió buena parte de su mobiliario y decoraciones de oro, pero los daños fueron pocos por lo que ya en 1934 estaba de nuevo en funcionamiento.
Otro acontecimiento importante ocurre el 13 de febrero de 1945 cuando, por primera vez, se realiza un homenaje a Carlos Baliño (1848–1926), en el aniversario 97 de su natalicio, por parte del Partido Socialista Popular. Con motivo de esa efeméride en diferentes años pasaron por su escenario dirigentes políticos como Juan Marinello, Blas Roca Calderío y Salvador García Agüero, para rendirle homenaje a tan ilustre hijo de Guanajay. Posteriormente, en diciembre de 1950, se realiza la primera función de las “Estampas de Guanajay”, iniciativa de un grupo de intelectuales locales con motivo del 300 aniversario de la fundación de la villa y que el educador local, Enrique Díaz Ortega, con la colaboración directa de Rafael Loza Díaz, transformaran en una obra teatral, que ha quedado como una de las celebraciones tradicionales de la Atenas de Occidente.
Decoraciones en la fachada del edificio con el nombre,
las iniciales y el año de construcción (18-05-2018)
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Como ya dije el Vicente Mora compartió funciones de teatro con las de cine. En la década de 1940 el teatro aparece en el Anuario Cinematográfico Cubano bajo la administración de Roberto Fernández, quien lo mantuvo hasta 1960. Tras el paso de las salas de exhibición de películas al ICAIC el edificio fue rebautizado como Carlos Baliño, pero su nombre original se mantuvo en su frente, y no creo que alguien le haya llamado fuera de los documentos oficiales con otro nombre que no fuera Vicente Mora. En el año 1988 la instalación cerró sus puertas con el objetivo de realizar reparaciones, comenzando desde ese momento la lenta agonía de este edificio orgullo del pueblo de Guanajay. La crisis de los ’90s, sumado a la depredación a la que fue sometido con el pasar de los años y algunos eventos meteorológicos que afectaron la zona, hicieron que el Vicente Mora casi fuera declarado como insalvable.
Sin embargo, el inmueble puede que recupere parte de su esplendor inicial, gracias en buena parte a la ayuda de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana. Desde hace unos años la instalación se encuentra rodeada de una valla donde se puede ver un cartel de la OHC que, de conjunto con especialistas y constructores de la localidad, asume las obras de reconstrucción capital del coliseo artístico. En visita al lugar para hacer las fotos que acompañan este escrito, me contaron que ya habían hecho copias de los decorados y que tratarán de llevarlo lo más posible a su estado original. Por supuesto el nivel de polvo era increíble, pero como pueden ver sus decoraciones en piso se mantienen en muy buen estado.
El espléndido edificio del Teatro Vicente Mora, en reconstrucción (18-05-2018) |
Y es que esta maravillosa obra arquitectónica del occidente del país, sin otra que se el asemeje en toda Cuba, merece ser salvada. No solo por ser un reclamo constante de los guanajayenses, que aspiran volver a ver su bello teatro relucir en la local Avenida 61 (Carlos Baliño) entre 70 (Martí) y 72 (Agramante), junto al edificio de la Logia Luz de Occidente, sino por todos los cubanos que en algún momento hemos visitado el pueblo y nos hemos quedado enamorados de este digno y sobrio dueño del entorno y de memorias que aún quedan por contar. Ya regresaremos a Guanajay para seguir documentando el rescate de su mayor símbolo cultural…y las historias de otros lugares cuyos pisos tienen algo para relatar todavía.
Agradezco infinitamente a Alina Pérez Hernández, actual directora del museo de Guanajay, por permitirme acceder al ejemplar de Guanajay Social dedicado al teatro, al igual que a los trabajadores que laboran en el rescate del edificio, por su ayuda para poder hacer las fotos de los pisos. Finalmente les dejo este pequeño documental realizado en 1999, que también sirvió de apoyo para la conformación de este escrito.
Ese logo me gusta bastante.
ResponderEliminarIgnoraba la historia
👍👍👍👍 tu razon es un gran SOS para el mundo que nos escucha
EliminarTu tio estaba casado? Como se llamaba tu tia esposa de Martin?
EliminarLo construyo mi tio Martin Mora y le puso el nombre de mi abuelo Vicente Mora.
ResponderEliminar¡¡Oh, qué bien!! Me encantaría que si tiene algún dato o algo que aportar sobre este tema, me lo haga llegar por el correo del blog, que puede encontrar al inicio de la página.
EliminarSaludos y gracis por el comentario.
Gonzalo Morán
😥😥😥😢😢😢😢 La historia de estos 63 malbados años han dejado huellas irreparables 🖤🖤🖤🖤🖤
EliminarNo entiendo como es que no hay recursos para restaurar el teatro y si para la construcción de nuevos hoteles. Ni intenten explicarmelo que no lo voy a entender. Dios los bendiga
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