Parte del letrero que aún se conserva (27-03-2017) |
En algunas entradas anteriores he comentado lo sorprendente
que es encontrarse un letrero o logotipo en los lugares más insospechados. El que
ocupa esta entrada es uno de esos que, sin buscarlo o saber siquiera que
existía, se develó ante mí en una visita a uno de nuestros centros de salud,
para un tratamiento estomatológico.
Veamos entonces qué historia guarda el cartel que encabeza
esta entrada, del que solo queda la mitad en la actualidad.
A primera vista es evidente que el letrero nos deja ver que
aquello siempre fue una institución vinculada a la salud. Lo que queda de las
antiguas letras impresas en el piso de terrazo gris nos indica que, en un
momento determinado de su historia fue una clínica,
y llevaba el nombre de una Santa…Hasta
ahí todo muy bien, pero ¿de cuál de las glorificadas del amplio santoral
católico se tomó el nombre para imprimirlo en el piso de la clínica?
La respuesta, después de un
poco de investigación en documentos y preguntas a un par de personas de
la tercera edad, fue la siguiente: en el lugar se asentaba la Clínica Santa Isabel, una institución vinculada con
el desarrollo de las barriadas de Santos
Suárez y La Víbora, sobre todo
por ser parte del legado de la familia de los Párraga, principales promotores
de la urbanización de esa zona de la ciudad.
Anuncios en la Guía Telefónica de 1949 (arriba); 1959 (abajo), y foto de un vaso con el logotipo de la clínica. |
Empecemos por decir que el nombre de Clínica Santa Isabel
proviene precisamente de un homenaje que le quisieron hacer a su madre los
hijos de Doña Isabel Hernández y Boffil,
una de las fundadoras de la Cruz Roja Cubana, y esposa del abogado Ángel Justo Párraga (1863-1933) quien era biznieto del
primer Párraga llegado a Cuba, y que junto a sus hermanos mayores José Miguel y Carlos Ignacio, colaboró con las luchas independentistas de la
segunda mitad del siglo XIX.
En 1903 Ángel compra la finca Catalina de la Cruz
o Las Cruces —actual La Víbora y parte de Santos
Suárez—, y ese mismo año, junto a su hermano Carlos Ignacio, adquiere los
terrenos de lo que hoy es el reparto Párraga
del municipio Arroyo Naranjo. También
en 1903 comienza la construcción del palacete familiar donde hoy se aposenta la Casa de la Cultura del Municipio 10 de Octubre, y que al
terminarse en 1907 recibiera el nombre de Villa
Doña Isabel, en honor a su virtuosa esposa.
Doña Isabel fallece en 1939. En esa fecha algunos de sus
hijos deciden abandonar la casona familiar donde residían y construir las suyas
propias. A la vez deciden crear la casa clínica original, que llevaría el
nombre de la madre como homenaje a su labor como promotora de salud y bienestar
social. La primera Clínica Santa Isabel
se funda entonces en una residencia sita en
Santa Catalina #209 e/ Luz Caballero y Saco, construida en el año 1918 por
el arquitecto catalán Mario Rotllant y
Folcará y que fuera conocida como la Casa de Agustín Gutiérrez. La mansión, con
altos valores arquitectónicos, aún en nuestros días mantiene funciones como
institución de salud, al albergar el Área
de Rehabilitación (fisioterapia) del Policlínico
Luis de la Puente Uceda. En aquel entonces al frente de la entidad estuvo
el doctor Fernández Miranda quien,
tras el progreso alcanzado por la misma, cierra el contrato con los Párraga y
construye el inmueble donde aparece el letrero que nos ocupa hoy.
Primera sede de la clínica en Santa Catalina #209 (26-04-2017) |
El edificio que ha llegado a nuestra época, y donde todavía
permanece la mitad del letrero, no es otro que el actual Policlínico Luis Augusto Turcios Lima, sito en Mayía Rodríguez #751, esquina Freyre Andrade. El edificio original
constaba de dos plantas. Según algunos testimonios en la planta baja se ubicaba
una cafetería que era pequeña pero excelente, mientras en la planta alta había
cuartos para los ingresos, todo muy moderno y confortable. También en su
antigua sala de consultas existía un gran mural sobre la historia de la medicina,
que este escribidor no ha podido comprobar si aún se mantiene.
En cuanto al letrero, por muy raro que parezca, no se
encuentra en la entrada principal del inmueble, en la esquina de Mayía y F.
Andrade. Lo que queda de la inscripción se puede apreciar en una entrada
lateral por la calle Freyre Andrade, y al parecer la parte que falta se perdió
tras una remodelación del edificio, donde quizás hubo necesidad de sustituir
tuberías que pasaban justo por debajo de las letras.
Vista actual del Policlínico Luis Augusto Turcios Lima (27-03-2017) |
Como ven, a pesar del tiempo transcurrido, y de la pérdida
de la mitad de la inscripción, las letras que quedan aún pueden develar un poco
de historia de esta institución de salud. Por cierto…no es la única entidad
relacionada con la atención médica que posee un logo o un letrero.
Seguiremos descubriendo historias de logos.
Estimado Gonzalo
ResponderEliminarYo Vi el letrero completo, ese era nuestro policlínico y también llegué a ver la estatua imponente de la virgen que presidía la entrada.
Luego la virgen desapareció.
No puedo precisar el momento.
Sería interesante, no el porque , porque es sabido, sino como anécdota.
Me gustaría preguntar a los lectores si recuerdan el nombre original del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo acceso situado en la calle Parraga #215 entre San Mariano y Vista Alegre antes que le pusieran el nombre de Luis de la Puente Uceda.
ResponderEliminarHola, el nombre original de ese hospital fue Centro Médico Nacional. Tengo un anuncio del mismo y ya estaré publicando algo de su historia en algún momento, pues hoy tiene un logo en su entrada por la calle Párraga.
EliminarEspero haber satisfecho su curiosidad
Necesito saber más sobre esta clínica antes del 59
ResponderEliminarAlgún hecho acaecido en la misma antes del 59
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